"4 El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
5 No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
6 No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
7 El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo".
- Primera epístola a los Corintios 13: 4-7
Hay diversos tipos de amor: el de familia, el de amigos, el de parejas e incluso hacía ciertas cosas que nos rodean (como la naturaleza, por ejemplo). Pero lo que ha de caracterizar al amor verdadero y legítimo, es la presencia de estos elementos que se mencionan en el pasaje anterior, puesto que si lo analizamos con calma y detenimiento, llegaremos a la conclusión de que si nuestro amor llegase a fallar en alguno de estos aspectos, dejaría de convertirse en amor para transformase en simple egoismo.
Aún así, como humanos fallamos y descuidamos lo que transmitimos y sentimos en un intento por conseguir lo que queremos, que puede ser: atención, cuidado, cariño o incluso un amor recíproco. Lo hacemos porque pensamos que si amamos, tenemos que ser amados igualmente... Que si damos, también tenemos que recibir; y no sabemos perdonar cuando lo damos todo de nosotros y no recibimos nada a cambio.
No te reto a que transformes tu amor en un amor perfecto, sin defecto; no creo que ningún humano pueda llegar a amar así... Pero si quiero invitarte en esta hora a que reflexiones acerca de las conductas y actitudes que tomas hacia aquello que dices amar; el amor puede confundirse con sentimientos de atracción, con el deseo de poseer y con la ganas de recibir, pero despues de todo... El amor es dar y soportar, esperar y ser paciente. Si no eres capaz de sentir, aunque sea en un grado muy bajo, lo que se menciona en Corintios I 13: 4-7, quizas es porque lo que sientes sencillamente no es amor.
Te invito a leer el pasaje completo aquí:
1era de Corintios 13
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